Hey Vladek, ¿cómo vas?- le dije.
¿Has visto las piedras? El viajero se crea a sí mismo. Va en su búsqueda, atento. No intentes escapar de tu mente, hay quién dirá que estás distraído, hay quién creerá que no lo escuchas y otros que no los entiendes. Sigue allí y escucha el latir de tu corazón, si escuchas bien verás como acompañará tus pasos, dijo él.
¿Qué piedras? pregunté.
Allí lejos, bajo el sol decadente, o bajo la luna brillante verás piedras que te estorban el camino. No creas que son diferentes a otras, todas son iguales, todas cumplen su destino, ser ellas mismas. Y tú con ellas, aprender. Un paso a izquierda o o la derecha, atrás o parado contemplando el cielo, cada piedra te enseñará cuál es tu camino, no las desprecies, pues sin ellas no serías tú. Y cuando dibujes en tu cara una sonrisa al tenerlas en tu recuerdo, entonces hallarás tu camino y estarás más cerca del Unicornio amigo. El tren ha parado, esta noche las calles son nuestras, vamos a dar una vuelta.
Esta noche he soñado que mangaba en el Corte Inglés una botella de vino de marca "Isaac Dell", con motivo de que estaban cerrando y desactivaron los detectores y luces. Costaba 108 euros. Después bajé en el ascensor, que iba tan rápido que hacía que me quedase en el techo ... Y casi se me cae la botella de vino.
ResponderEliminarEl riesgo hace que las cosas sepan mejor, seguro que después de todo eso sabía al néctar de los dioses.
ResponderEliminarLástima que no llegase a probarla en el sueño.
ResponderEliminarMierda.