“La libertad, señores (habla Mairena a sus alumnos), es un problema metafísico. Hay, además, el liberalismo, una invención de los ingleses, gran pueblo de marinos, boxeadores e ironistas”.

Juan de Mairena, Antonio Machado

sábado, 30 de abril de 2011

Estar atento

Al entrar en el tren todo es nuevo otra vez. Sólo hay una persona que creo conocer, pero por ahora sólo miro. Es un tren viejo, aún huele a tornillos y madera, tendrá un lustro al menos, camino por los pasillos buscando mi asiento, admirando las caras de los viajeros, algunas parecen desencajadas, no todos han visto la belleza en el camino. LLegando a mi asiento, miré por la ventana, el tren está apunto de arrancar, todo parece más bello desde allí dentro. Incluso la sensación de formar parte  de aquel tren viejo, que no sé dónde me llevará, es bella. La belleza está ahí mismo, sólo hay que estar atento. Entonces recordé aquella mujer a la que conocía, Sofía, era de aquellos amores fugaces pero perdurables en la memoria, recordé aquella mañana y su sonrisa se estrellaba contra otra imagen, el desayuno había caído violentamente contra el suelo, pero para mí no dejaba de ser un recuerdo hermoso. La belleza estuvo allí en aquel instante perecedero, quizás por ello sea más hermoso, como en este momento. Todo es perecedero, el tren empieza a moverse, hay que  estar atento.

viernes, 29 de abril de 2011

La espera

En mayo del 68, se acabó la espera. La espera no es como viajar en un tren recreándote en el paisaje y al llegar a tu destino lo recuerdas con melancolía. Es la angustia, el vacío, aceptar que no tienes alas o que el viento te da en la cara sin poder girar la cabeza. La espera es como una pareja de amantes sin caricias ni besos.
Las calles de París gritaban el fin de la espera, "no queremos más mentiras" - habrían dicho. En mayo, en junio o septiembre, el tren pasa, cógelo y disfruta del paisaje, no esperes más.