En mayo del 68, se acabó la espera. La espera no es como viajar en un tren recreándote en el paisaje y al llegar a tu destino lo recuerdas con melancolía. Es la angustia, el vacío, aceptar que no tienes alas o que el viento te da en la cara sin poder girar la cabeza. La espera es como una pareja de amantes sin caricias ni besos.
Las calles de París gritaban el fin de la espera, "no queremos más mentiras" - habrían dicho. En mayo, en junio o septiembre, el tren pasa, cógelo y disfruta del paisaje, no esperes más.
Me apunto al mayo del 68. Con la primavera ya entrada. A por todas.
ResponderEliminarBienvenido, tome asiento y disfrute del viaje.
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